LAS CONTRADICCIONES
OPINIÓN
La (maldita) política de siempre
Las contradicciones
Como muchas cosas en la Argentina lo racional es lo ausente. Así es como se detecta la existencia de una legislación provincial -detalle no menor que sea un decreto (6553/74)-, que se contradice con una norma nacional, el Código Alimentario Argentino y, en el medio, la Ley provincial 11820 de servicios sanitarios. Claro que esta contradicción no se basa en la búsqueda de mejores estándares en la calidad del agua. Muy por el contrario, la norma provincial pretende elevar los niveles de tolerancia de nitratos en el agua potable; algo que los especialistas desaconsejan con firmeza. La regulación puede ser extensiva a otras sustancias.
En primer lugar, se debe reparar en las inevitables contradicciones en las que recaen las tres normas citadas para establecer el límite de tolerancia de nitratos en agua. El Código Alimentario Argentina que fija los valores de referencia a nivel nacional supone estándares más elevados, la ley provincial 11.820 se alinea con esta norma, pero -misteriosamente- el decreto provincia sostiene que incluso aguas con el doble de nitratos siguen siendo aptas para consumo humano. Y es esta la excusa usada por el área de medio ambiente de Luján para jusitificar la excesiva presencia de nitratos en el agua: "El contenido de Nitrato supera el límite establecido por el art. 982 del Código Alimentario Argentino, no obstante según el Decreto 6553/74 de la Pcia. De Buenos Aires se considera potables no aptas para el consumo de lactantes las aguas con contenidos entre 45 y 100 mg/l" (sic).
En segundo lugar, se debe destacar la lógica argumental y algunas definiciones que posee el decreto y que intentan -y solo intentan- justificar la mala calidad del agua, mayoritariamente por falta de obras:
"Valor aconsejable, que constituye la meta u objetivo de la Norma de Calidad,
Valor aceptable, que representa las posibilidades promedio de muchas de nuestras fuentes de provisión,
Límite tolerable, conforme con la definición, no debe sobrepasarse por cuanto puede significar un posible riesgo para la salud."
¿A caso el no lograr una meta u objetivo puede ser en algún momento un límite tolerable solo porque lo que se pretende alcanzar no se consigue? ¿Dónde queda la salud?
El texto, aún vigente a pesar de diversos intentos para declarar su nulidad, es citado en las normas para el agua que estable el Organismo de Control de Agua de la Provincia (El organismo mantiene ese nombre a diciembre de 2015).
Todo muy contradictorio. ¿No?
El rol de la Municipalidad de Luján
El Municipio de Luján es quien debería informar debidamente a la población de la presencia de nitratos en el agua dado que su presencia en elevadas cantidades puede generar deterioros notorios en la salud. A su vez, debe monitorear de manera constante la red de agua y mezclarla en caso de que alguna bomba esté proveyendo agua con elevados niveles de nitratos/nitritos que puedan afectar a la salud, según explican los especialistas consultados. En caso de que la red esté afectada, debería avisar a la población y -eventualmente- abastecerla con recurso sano. Tampoco se conocen públicamente campañas de concientización sobre el manejo del recurso hídrico, la correcta construcción de las perforaciones ni cursos para perforadores. Respecto de este último punto, se debe prestar particular atención en la temporada de verano cuando el recurso es más demandando y la capacidad de los acuíferos puede verse afectada.
Consultadas por este medio acerca de la situación de los nitratos, las fuentes municipales prefirieron el silencio. Desde el Consejo Escolar se limitaron a decir: "Sí, hay controles. Si el agua está mal, nos avisan y enviamos bidones".